jueves, 9 de julio de 2009

El capitalismo como sistema económico no ha muerto, pero cambiará profundamente.

La crisis financiera nació en Estados Unidos. Como la tasa de interés se mantuvo en niveles bajos durante mucho tiempo, hubo una proliferación de créditos hipotecarios. Una parte de ellos fueron los subprime (de alto riesgo, sin garantías). Cuando subió la tasa, aumentaron las cuotas y muchos deudores cayeron en mora. Bajaron los precios de las viviendas, con lo que tampoco pudieron vender sus casas para cancelar el crédito. Al otorgar más préstamos, muchas instituciones financieras armaron paquetes con las hipotecas y se las vendieron a otras entidades. Cuando se dejaron de pagar, los problemas de liquidez y solvencia se derramaron de las firmas hipotecarias a los bancos y luego a sus clientes, como aseguradoras y fondos jubilatorios, entre otros. El índice más representativo de Wall Street, el S&P 500, que agrupa las acciones de las 500 compañías más importantes de Estados Unidos, sufrió la peor caída desde octubre de 1987 y el índice industrial Dow Jones tuvo el mayor retroceso de su historia. Por esto y por la sucesión de pérdidas, esta crisis superaría la Gran Depresión de 1929. Hubo dos golpes que acentuaron esta crisis: El primero llegó desde Europa, donde una ola de estatizaciones de bancos llevó a los inversores a desprenderse masivamente de acciones. Luego llegó el segundo: la Cámara de Representantes de Estados Unidos rechazó el plan de rescate de la banca del gobierno de George W. Bush, que apuntaba a estabilizar esta crisis. Dos de cada tres republicanos rechazaron el plan de rescate al atribuir este a un discurso "muy partidista" de la de la presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi. Pero hubo otro factor: muchos votantes, disgustados ante la posibilidad de pagar el costo de la crisis, presionaron a través de cartas a sus diputados, justo cuando restan menos de 40 días para las elecciones en las que muchos buscan renovar su mandato. Esta crisis económica generara mayor regulación de los sistemas financieros y una mayor intervención del Estado en la economía para equilibrar y distribuir las pérdidas, primero, y guiar la recuperación de la economía, una vez que concluya la crisis coyuntural, similar a lo que ocurrió en la Argentina tras el crack de 2001. El capitalismo como sistema económico no ha muerto, pero cambiará profundamente.
Al argentino de clase social media será más difícil y más caro financiar la compra de bienes durables, como viviendas, autos y electrodomésticos, más allá del encarecimiento por la inflación. El dólar, una variable delicada para ahorristas y el sector productivo, sufrirá presiones a la suba por la fuga de capitales. La desaceleración redundará en menos oportunidades laborales. La aversión al riesgo por parte de los inversores extranjeros impulsa el índice de riesgo país argentino (el diferencial de la deuda local con lo bonos del Tesoro de EE.UU.) y encarece las posibilidades de la Argentina de endeudarse. Además, de que los países reduzcan su demanda de alimentos, por pronósticos de menor crecimiento, y produzca así un baja en los precios de las principales exportaciones argentinas.
En un planeta globalizado como el actual, los bancos se encuentran fuertemente interrelacionados. El temor a no saber cuál será el próximo en caer provocó lo que los analistas llaman credit crunch (restricción de crédito) que, a su vez, derivó en la iliquidez del sistema y un alza en las tasas de interés.
Causas, mecanismos y consecuencias:
Causas:
  • Acumulación de capitalismo y ahorro de China, Japon e India.
  • Préstamos hipotecarios para consumo de E.E.U.U. y Europa.
  • Desequilibrio del sector público en E.E.U.U.
  • Endeudamiento por la guerra de Iraq.
  • Déficit fiscal en el gobierno de Bush.
  • Falta de regulación y control por parte de los estados.
  • Criterio no intervensionista.
  • Liberación financiera.
Mecanismos:
  • Restablecer el crecimiento económica a través de créditos.
  • Mayor protagonismo de los paises emergentes en el nuevo orden mundial.
  • Cambio de rol de la ONU , el FMI y el banco mundial.
  • Europa suspende ayuda a paises.
  • E.E.U.U. plantea paquetes económicos de estimulo.
  • Regulación del sistema financiero.
  • Reemplazo del dolar en el comercio internacional.
  • Cuestionamiento de la compra de activos tóxicos en E.E.U.U.
  • Desarrollar nuevos puestos de trabajo.
  • Reordamiento territorial de las intituciones de gobernabilidad en diferentes partes del mundo.
Consecuencias:
  • Proteccionismo de la economía en diferentes paises.
  • Caida de gobierno como Letonia, Islandia, Urgria, La Republica Checa.
  • Multiplicación de conflictos sociales, como el desempleo de una taza superior al 10%
  • Recesión económica.
  • Cierre de empresas.
  • Quiebre de industria.
  • Caida del comercio internacional en un 9% anual.
  • Reducción de las exportaciones.
  • Aumento de las tazas arancelarias (se rompe la cadena de producción ya que provoca que el encadenamiento de productos de producción en diferentes paises y en diferentes partes del mundo se vea cortado por el aumento de aranceles por diferentes paices que quieren incorporar el proteccionismo a sus industrias).
  • Pasan de una recesión a una depresión.
  • Aumento de la mortalidad infantil.
  • Aumento de la pobreza.
  • Estallidos sociales en Grecia, Letonia, Bulgaría, Londres, Estanburgo, etc.

Los países emergentes frente a la Crisis.

Los paises en rosado representan a los once países-
El grupo de los once paises emergentes está conformado por; Arabia Saudí, Argentina, Australia, BrasilChina, India, Indonesia, México, República de Corea,Sudáfrica y Turquía. Estos países son auqellos "recientemente industrializado", que se incorporaron al Grupo de los 8 (G-8), formando asi, el Grupo de los 20 (G-20). La supuesta teoría del desacople -según la cual los países emergentes podrían, por una vez, amortiguar el impacto de la crisis financiera de EE UU y Europa- ha saltado por los aires. Países de Europa del Este, Latinoamérica y Asia han visto desplomarse sus Bolsas, sus bonos y sus divisas. Algunos han tenido que pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que otros, como Brasil o México, intervienen para defender sus monedas. La impresión general de que la nacionalización de los fondos de pensiones privados en Argentina obedece a las dificultades financieras del país ha provocado un efecto en cascada. Las grandes economías emergentes afrontan la retirada masiva de capitales de inversores, que necesitan dólares para cubrir sus devaluadas posiciones en los mercados de valores y deuda de países avanzados. Además, las perspectivas de una recesión en las economías industrializadas ha provocado una fuerte caída del precio de las materias primas, claves en la balanza comercial y financiera de buena parte de los emergentes. La fuga de capitales, la especulación o el pánico se ha cebado con monedas como las de Brasil, México, Turquía, Hungría, Polonia o Corea del Sur, lo que ha llevado a algunos de esos países a salir en defensa de sus divisas. Brasil tuvo que anunciar una intervención masiva en el mercado de divisas. Su banco central, que ya ha destinado este mes unos 18.000 millones de euros a la defensa de la cotización del real, ha decidido gastarse otros 40.000 millones. El mero anuncio dio un respiro al real, que aun así pierde un 28% de su valor frente al dólar en tres meses. El banco central mexicano también elevó ayer a unos 10.500 millones de euros la cifra empleada en defender a su moneda, que acumula una devaluación del 26%. Incluso Chile, la economía más estable de la región, padece los rigores de la crisis: el precio del cobre, su principal producto de exportación, cae un 57% por el enfriamiento de la demanda mundial. Los países emergentes afrontan esta crisis en mejor situación que otras veces, pero la acumulación de reservas y el superávit exterior son mucho más abultados en Asia y los productores de petróleo árabes que en Latinoamérica y Europa del Este. Otra dificultad que se presenta es sostener la cotización de sus monedas que ha sido opacada por el protagonismo del FMI, cuya actividad fue casi nula (sus préstamos no llegaron a 1.600 millones) en 2007. Ahora, el Fondo pone a prueba su nuevo credo: menos condiciones a los receptores de los préstamos y más facilidades para devolverlos.
Datos para tener en cuenta.

El F.M.I y America Latina

El Fondo Monetario Internacional, forma parte de los organismos especializados de las Naciones Unidas, siendo una organización intergubernamental que cuenta con 185 miembros. Sus estatutos declaran como objetivos principales la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitación del comercio internacional y reducción de la pobreza. En este momento en que la economía mundial se halla inmersa en una de la peores crisis registradas en muchas generaciones, el FMI ha implementado numerosas medidas para brindar respaldo a sus países miembros, incrementando sus préstamos, aprovechando su experiencia en diferentes países para prestar asesoramiento sobre soluciones de política económica para así, responder mejor a las necesidades de los países. A continuación se mostrarán algunas de las medidas y reformas tomadas por dicha organización.
Triplicación de los recursos del FMI
En su reunión cumbre celebrada en Londres el 2 de abril de 2009, el G-20 respaldó un drástico aumento de los recursos crediticios del FMI para contribuir a luchar contra la crisis. • El G-20 acordó triplicar la capacidad crediticia del FMI a US$750.000 millones, lo que le permite inyectar más liquidez en la economía mundial a través de una asignación de US$250.000 millones de DEG, la cuasimoneda del FMI. • Una duplicación inmediata de los US$250.000 millones de recursos con que cuenta el FMI provendrá de compromisos bilaterales, entre ellos US$100.000 millones aportados por Japón y otros US$100.000 millones por la Unión Europea, además de otras fuentes. Incremento del crédito para enfrentar la crisis.
El FMI ha respondido rápidamente a la crisis económica mundial, incrementando sus compromisos de financiamiento a un nivel récord de US$157.000 millones, monto que incluye un fuerte aumento del crédito concesionario a las naciones más pobres del mundo. Suministro de análisis y asesoramiento focalizado.
La labor de seguimiento, elaboración de proyecciones y asesoramiento de política económica que realiza el FMI, sustentada en su perspectiva de alcance mundial y la experiencia ganada en crisis anteriores, concita hoy un alto nivel de demanda y ha sido ampliamente utilizada por el Grupo de los Veinte (G-20). Mayor flexibilidad.
El FMI ha reestructurado sus mecanismos de crédito para adaptarlos mejor a las necesidades de cada país y además ha simplificado las condiciones a que están sujetos los préstamos. Creación de una red de seguridad financiera.
El FMI está creando una amplia red de seguridad financiera para contener la propagación de la crisis, obteniendo compromisos para triplicar los recursos de la institución, conforme a lo avalado por el G-20.
Monitoreo y asesoramiento en materia de políticas
Como parte de la lucha contra la crisis, es crucial que el gran número de programas económicos respaldados por el FMI ayuden de la mejor forma posible a los países a superar la crisis y restablecer la estabilidad. En ese contexto, el Directorio tendrá la oportunidad de rever las primeras experiencias del FMI con programas vinculados a la crisis. En los futuros informes económicos de la institución se examinará la trayectoria para que el sistema económico y financiero mundial salga de la crisis. Entre los temas más importantes se cuentan la disponibilidad de financiamiento para el comercio, la política tributaria y las estrategias de salida para los países con fuertes inversiones en activos vinculados a la crisis.
Fortalecimiento de la supervisión
El FMI está respondiendo al llamado a realizar una supervisión más eficaz e independiente. Está trabajando con el Consejo de Estabilidad Financiera en un Sistema de Alerta Temprana para evaluar las vulnerabilidades a shocks inesperados y establecer conexiones con los riesgos sistémicos. El Directorio hará un balance del progreso alcanzado hasta la fecha y evaluará los próximos pasos antes del lanzamiento oficial del Sistema de Alerta Temprana en las Reuniones Anuales de 2009 en Estambul. La crisis financiera mundial también ilustra la necesidad de examinar temas comunes a los países de importancia sistémica a fin de lograr un diálogo más ecuánime con las autoridades. Asimismo, el Directorio analizará cambios para lograr un Programa de Evaluación del Sector Financiero más flexible, focalizado y mejor integrado con la supervisión. Reforma del sistema financiero internacional
El programa de trabajo del FMI también abordará la necesidad de fortalecer la reforma regulatoria para mantenerse al día con la innovación financiera internacional y, además, evaluar la estabilidad del sistema monetario internacional, incluidas las monedas de reserva. Asistencia para los más pobres del mundo • El FMI prevé duplicar la asistencia en condiciones concesionarias durante el período 2009–10 a US$3.000 millones por año para ayudar a los países de bajo ingreso a hacer frente a las secuelas de la crisis mundial. • Los nuevos préstamos del FMI para África subsahariana ya superarán la suma de US$1.500 millones. • Se han elevado al doble los límites aplicables a cada país para acceder al financiamiento concesionario del FMI. • El Fondo ha emprendido una reforma de sus instrumentos de crédito concesionario para flexibilizarlos y adaptarlos a las necesidades de los países de bajo ingreso. • El FMI ha otorgado alivio de la deuda a 24 países de bajo ingreso, por un monto total que oscila en torno a US$6.000 millones. 25 de junio
Nuevas medidas del FMI para ayudar a resolver la crisis económica mundial.
Comunicado de Prensa No. 09/196 (S)4 de junio de 2009
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ampliará las iniciativas en curso para responder rápida y enérgicamente a las necesidades de sus miembros durante esta crisis mundial y continuará procurando obtener compromisos para movilizar mayores recursos, llevar a término la reestructuración de sus mecanismos de préstamos, afianzar más la calidad de la supervisión y estudiar reformas en los ámbitos clave de su propia estructura de gobierno. “El FMI ha desempeñado un papel central en la ayuda a los países miembros frente a la crisis financiera y económica, y está preparado para continuar ayudando”, declaró el Sr. Strauss-Kahn ante el Directorio Ejecutivo durante las deliberaciones sobre el programa de trabajo. “Estamos procediendo con rapidez para llevar adelante los temas prioritarios en nuestra agenda antes de las Reuniones Anuales de octubre en Estambul, con miras a ayudar al mundo a recuperar lo antes posible una prosperidad y una estabilidad financiera duraderas.”

América Latina y el Caribe enfrentan serias necesidades financieras, a causa de la disminución de los flujos privados de capital hacia el mundo emergente. El Banco Mundial (BM) ha entregado 60. 000 millones de dólares para financiar medidas contra la crisis, de los que 19.000 millones han sido destinados a la región, pero son insuficientes. El ministro chileno de Hacienda, Andrés Velasco, dijo: “Los países latinoamericanos, precisan entre 300 mil y 500 mil millones de dólares para los próximos años para que la región retome el ritmo de crecimiento de los últimos seis años” Michelle Bachelet, afirmó que "América Latina y la región venían haciendo las cosas bien, pero no ha podido impedir los efectos de la crisis", abogando porque en las próximas reuniones de los grupos G8 y G20 se acuerden medidas para una mejor regulación del financiamiento internacional El representante del Fondo Monetario Intencional (FMI), afirmó que la situación económica mundial tiende a normalizarse, pero "su evolución durante el primer trimestre y parte del segundo fue algo peor de lo esperado". Cinco países latinoamericanos han pedido ayuda en los últimos meses al Fondo Monetario Internacional, FMI, para afrontar la crisis económica, aunque buena parte de ellos lo ha hecho de forma cautelar y en mejores condiciones que en el pasado. Tras casi una década en la que el papel del FMI como prestamista fue duramente cuestionado, poco a poco la región vuelve a sentarse a la mesa para negociar con la entidad, como sucedió en los años 80 y 90. El cambio de tono de América Latina respecto al FMI, y viceversa, está directamente relacionado con la creciente importancia del G20, donde están representados Argentina, Brasil y México. América Latina necesitará millonarios préstamos de los organismos financieros internacionales, para poder enfrentar exitosamente la actual crisis económica global y la etapa posterior, por lo que no se cree conveniente un rechazo a los prestamos crediticios que ofrece el FMI.

El G-20 se enfrenta a la crisis:

Paises pertenecientes al grupo de los 20
Conformado por las siete naciones más ricas —que a su vez se reúnen, de cuando en cuando, en el G-7—, la Unión Europea y países emergentes como China, India y Brasil, el G-20 congrega dos tercios de la población y representa el 90 por ciento del PIB mundial. Creado en 1999 como respuesta a la crisis financiera de finales de los 90, en su última reunión, el pasado mes de noviembre en Washington, los asistentes hicieron explícito su interés en corregir los defectos del sistema capitalista y combatir la recesión. Frente a la crisis, el comunicado emitido, conocido como la Declaración de Washington, señaló que el origen de aquella estaba asociado a deficientes regulaciones nacionales, pésimas evaluaciones de riesgo, disparidad de normas y mercados que no están lo suficientemente vigilados. El propio George Bush, entonces presidente de los Estados Unidos y bajo cuya administración se inició la debacle financiera, sostuvo a manera de síntesis que “todos estamos de acuerdo en que es preciso adoptar políticas económicas que favorezcan el crecimiento”. El G-20 se enfrenta a la elaboración de una reforma del sistema financiero internacional y a la necesidad de reactivar la economía mundial. Y ya de entrada, pese a que el texto que firmen los participantes supone un mensaje de unidad y liderazgo internacional que recupere la confianza, las soluciones frente a la crisis están divididas. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Inglaterra, Gordon Brown, abogan por planes conjuntos de estímulo económico superiores a los que ya han sido aprobados. Para el caso, el Congreso de los Estados Unidos lanzó un programa de 787 mil millones de dólares —5,5% del PIB— y, desde Bruselas, los esfuerzos ascienden a 400 mil millones de euros para 2009 y 2010 —el 3,3 del PIB. Por su lado, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, tras anunciar que “hablarán con una sola voz”, hicieron explícito que antes que nuevas ayudas de capital, la reforma de los mercados es de mayor importancia. Además, el presidente francés aprovechó para recalcar que esta es “una oportunidad histórica para moralizar un sistema que se ha vuelto inmoral” y recalcó, en una columna publicada por El País de España, que “esta crisis no es la del capitalismo”, es la crisis “de un sistema que se aleja de los valores más fundamentales del capitalismo”. Con todo, es en el campo del proteccionismo que las declaraciones del G-20 se tornan abiertamente contradictorias y potencialmente inocuas. Más allá de que se llegue a un acuerdo frente a las medidas de gasto requeridas y las nuevas reglas de juego que habrán de evitar que a futuro una nueva crisis se desate, es de notar que, según el Banco Mundial, 17 de los 20 países que firmaron la Declaración de Washington —África del Sur, Arabia Saudita y Japón serían las excepciones— ya han puesto en práctica cerca de 47 medidas para proteger diversos sectores de sus economías. Pese a que se comprometieron a no reaccionar a la crisis cerrando sus fronteras, la defensa del afamado libre comercio forjado por un siglo y medio de negociaciones no se cumple y, como lo sugirió el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, corremos el riesgo de que el aislacionismo convierta una situación mala en una peor.
"Recetas del G20 contra la crisis financiera"
En este caso, se solicita fortalecer la regulación de los mercados, pero cada país podrá aplicar sus propias medidas. El llamado al G20 ha sido necesario en cuanto a los productos financieros más sofisticados, los que han iniciado la crisis. Además se ha acordado promover la ética de los mercados financieros. Las agencias de calificación de riesgo se llevan otra reprimenda y también estarán sometidas a una vigilancia más estrecha. El objetivo último del plan de acción es relanzar el crecimiento económico mundial y prevenir que se reproduzca una crisis similar a la actual. Para ello, se reformarán las instituciones financieras globales. El Fondo Monetario Internacional podría convertirse en una ‘agencia de alerta temprana’ capaz de detectar los signos de futuras crisis.

miércoles, 8 de julio de 2009

Argentina frente a la Crisis.

Fluctuaciones del empleo y los salarios
EL 2009 fue una de las más elevadas de los últimos 15 años. Carlos Tomada, titular de la cartera, planteó que la crisis “no debe ser utilizada como una excusa para degradar las condiciones de trabajo” y publicitó que el gobierno actúa sobre “la necesidad de mantener el nivel y la calidad del empleo”. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) aventuró que la situación nAventuró la presidenta que lo que ocurre no afectó la ocupación en el país. El desempleo en el primer trimestre del año fue del 8,4%, igual que en idéntico lapso del 2008. Situación de las pymes según quiénes las evalúen En el Ministerio de Producción destacaron que “los resultados muestran signos alentadores respecto del escenario de corto y mediano plazo” para las pequeñas y medianas empresas (pymes). El 98% de unas 2.000 firmas de distintos sectores mantuvo el nivel de empleo durante el primer bimestre del año. Sin embargo, la encuesta de la Fundación Observatorio Pyme realizada en el primer trimestre del año entre 430 industrias seleccionadas a partir de una muestra del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) demostró que “continúa enfriándose la actividad”. Entonces las cantidades vendidas acumularon 5 trimestres consecutivos de caídas; sólo en el primero del 2009 retrocedieron el 16,2%. Lo preocupante fue que las empresas continuaron advirtiendo “un marcado debilitamiento en la demanda de sus productos”. También siguió disminuyendo el nivel de empleo, acumulando así cuatro trimestres seguidos con variaciones negativas, mientras en términos interanuales exhibió una contracción del 10,2% (aproximadamente 60.000 personas). Los empresarios pymes se están resistiendo a echar gente porque –dicen en la Federación de Comercio e Industria de Buenos Aires– les resultó muy difícil armar grupos de trabajo y capacitarlos. Pocos, por otra parte, incorporan más empleados. ninguna nación, independientemente de su nivel de desarrollo productivo o modelo económico, está exenta de sufrir los efectos negativos de la actual crisis internaciona. Ésta es una de las interpretaciones formuladas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, donde reconocen que si bien se contrajo la ocupación formal en la Argentina, la cantidad de asalariados registrados en el primer trimestre del o impactó en los empleos locales, mientras el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) calculó que la desocupación se mantuvo en el 8,4%, igual que en enero-marzo del 2008, y aumentó el 1,1% en comparación con el 7,3% de octubre-diciembre del año anterior. El oficialismo intentó convencer de que sobre una población económicamente activa de más de 11 millones de personas había 948.000 desocupados y 1.027.000 subocupados. Y, si se sumaban las beneficiadas con el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados, el desempleo ascendía al 8,6%, o sea, un 1,1% más que en el último trimestre del 2008, y descendía el 0,2% respecto del primero del mismo año. Los “registros” para el primer trimestre del año señalaron, asimismo, tasas que en el subempleo fue del 9,1%; el empleo, del 42,3%, y la actividad, del 46,1%.

martes, 30 de junio de 2009

NOTICIAS, economia global en tiempos de crisis.

Caerán en América Latina las inversiones extranjeras
América Latina dejará de recibir inversiones extranjeras directas por unos 60.000 millones de dólares en 2009, en comparación con 2008, alertó Cepal. El derrumbe elevará el desempleo, afectando básicamente al sector formal de la economía según dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. En cifras, las inversiones caerán entre un 35 y un 45 por ciento este año en América Latina y el Caribe en comparación con 2008, llegando a niveles de 70.000 a 83.000 millones de dólares. La proyección se contrasta, por ende, negativamente con los históricos 128.300 millones de dólares registrados en 2008. "La crisis marcó el fin de un ciclo de expansión". "La perspectiva de un menor crecimiento y acceso a recursos financieros, así como de un aumento de la incertidumbre y la percepción de riesgo resultará en una reducción de las inversiones", planteó Cepal. El organismo de Naciones Unidas advirtió que el comportamiento de los flujos de inversión extranjera directa son muy distintos entre países y subregiones de América Latina. En México, los flujos cayeron un 20 % en 2008, mientras que en Brasil crecieron un 30 %. De hecho, Brasil, Colombia, Chile y México, concentraron tres de cada cuatro dólares que llegaron a la región en 2008 (captando 94.359 millones de dólares). En contraste, países como Argentina, Perú, Uruguay y Venezuela lograron captar fondos sólo entre 8.000 y 1.500 millones de dólares el año pasado. Centroamérica, región importadora de alimentos y energía, recibió inversiones extranjeras por sólo 7.500 millones de dólares, mientras que en el Caribe esa cifra bordeó los 9.000 millones de dólares. Diario Rio Negro, 28 de Junio de 2009
Continúa la suba del precio del petróleo
La debilidad del dólar y la creencia que el extraordinario endeudamiento del gobierno estadounidense pueda desatar la inflación han apuntalado el mercado. El Departamento de Energía dijo que el consumo global de crudo, que cayó casi dos millones de barriles diarios en lo que va de año, comenzará a repuntar en el 2010 al recuperarse la economía. Los precios del crudo para entrega a término subieron por encima de los 71 dólares el barril al acudir los inversionistas a los mercados energéticos para protegerse de la inflación que augura el debilitamiento del dólar. El crudo, cotizado generalmente en sentido inverso al dólar, ha duplicado con creces su precio en tres meses al creer los inversionistas que ha pasado lo peor de la recesión estadounidense. El crudo de referencia para entrega en julio subió 1,35 dólares a 71,36 dólares el barril en la contratación electrónica de la bolsa de materias primas de Nueva York al mediar la jornada en Europa. “No me sorprendería si en una o dos semanas nos acercáramos a los 80 dólares el barril”, dijo el analista Gerard Rigby, de la firma Fuel First Consulting, en Sydney. En otras contrataciones del mercado Nymex, la gasolina y el combustible de calefacción para entrega en julio subieron ambos el galón (3,79 litros). El gas natural para entrega a término subió más de 10 centavos los 1.000 pies cúbicos. En Londres, la mezcla Brent del Mar del Norte subió emparejada al crudo de referencia, ganando 1,19 dólares el barril en el mercado ICE. Diario Rio Negro, 10 de Junio de 2009
La economía chilena entró en recesión
La economía chilena entró en recesión técnica al registrar en abril su sexto mes consecutivo de baja en la actividad, confirmando la preocupación de diversos sectores, aunque expertos estiman que la caída habría tocado fondo y comenzaría el repunte en la segunda mitad del año. El Banco Central sorprendió el viernes al informar que en abril la actividad económica cayó 4,6%, superando largamente las expectativas previas del mercado, que señalaban un posible -3,6%. Desde noviembre los índices de la actividad económica han caído sistemáticamente. También se produjo una baja en la inflación al informar el Instituto Nacional de Estadísticas que el índice de mayo fue de -0,3% y en el año acumula una caída del 1,1%. En doce meses la inflación alcanza al 3%. La caída en los precios fue observada con preocupación por los grandes empresarios, que señalaron refleja la fuerte contracción del consumo como consecuencia de la crisis económica. Pero también esa caída tuvo una visión optimista por los menores precios, lo que permitiría cerrar el año con una inflación del 3%, como lo pronostica el Banco Central, y posiblemente de 2%, según analistas. Diario Rio Negro, 10 de Junio de 2009.

Repercusión de la crisis financiera mundial en Argentina

Una crisis pone en riesgo las expectativas de mediano y largo plazo de las personas. Una crisis económica significa que el esfuerzo realizado no sólo no va a tener los resultados esperables, sino que podría no tener resultados positivos.
Desgraciadamente, Argentina experimenta, en promedio, temblores financieros cada cinco años. El más reciente se desató en diciembre del 2001 y produjo un estallido de grandes dimensiones. ¿Qué llevo a nuestro país a tal situación de caos social, financiero e institucional? Esta pregunta derivo en un análisis de defectos y virtudes arrastradas de generación en generación, en una modificación de pautas de consumo y en un surgimiento de estrategias alternativas como la construcción de redes solidarias.Durante este año 2009, la crisis financiera económica mundial ya comenzó a repercutir en nuestro país. Se prevé que esta crisis tendrá grandes consecuencias: pérdidas de créditos, capacidades financieras, ventas e ingresos y aumento del desempleo. A sus consecuencias internacionales se suman los problemas domésticos: aumento de la inflación, conflicto con el campo, sequía, incremento de la desconfianza. La negación y el miedo son algunos de los estados por los que pasará la mayoría de la población argentina: jugar a que no existe lo que existe, creer que la crisis les toca a los financistas y no a todos o que les pasa a los países desarrollados. En Argentina se niega la crisis y se la asume después de que sus manifestaciones se hacen evidentes. De esta manera, la crisis es peor de lo esperado, porque hasta último momento se cree que de alguna manera se evitará. Esto se corresponde con una tendencia histórica de un país que juega en los extremos: las cosas cambian luego de haber estallado, no hay capacidad de anticipación, de asumir los problemas y manejarlos gradualmente, como sucede, por ejemplo, en Brasil, donde siempre se evitan las situaciones extremas. La cuestión también esta en el tiempo que tarda la mayoría de la sociedad en comprender la gravedad de la situación. Por otro lado, el miedo es otro estado de una sociedad que se enfrenta a una brusca caída de su poder adquisitivo: a las personas cualquier elemento que implique una pérdida de su poder adquisitivo y de la previsibilidad las llena de temor, y una persona atemorizada suele ser más individualista. Las crisis pueden llegar a radicalizar rasgos de una sociedad. En la Argentina se dan dos: hay gente que se torna más egoísta, más cínica. Pero a su vez, surgen grupos de personas que se coordinan y toman medidas para que la gente recupere el lugar que ha perdido en la sociedad, o viva de una manera aceptablemente humana el día a día de un momento convulsionado.Durante el 2002, fenómenos como el trueque o las asambleas populares fueron expresiones de valores como la solidaridad y la participación pública. Sin embargo, se suele decir que en el día a día los argentinos se caracterizaron por una actitud de “sálvese quien pueda”. Algunos sociólogos opinan que Argentina es una sociedad con muy poco espíritu colectivo, salvo cuando hay que salir a protestar. En casos muy aislados, en los barrios muy pobres, la gente se coordina, hay comedores colectivos. El estilo argentino es de un alto individualismo, y no hay salvación individual, no existe. Con la crisis financiera, este año exigirá realismo y seriedad: empezar a construir los vínculos solidarios y comunitarios de los que carecemos. Por otra parte, demás sociólogos consideran que las crisis han desarrollado un fuerte sentimiento de solidaridad, sobre todo entre la familia y los amigos: frente al fracaso del Estado, la sociedad reacciona generando estrategias y alternativas de construcción de redes inmediatas. A su vez opinan que si bien una crisis produce un impacto sobre los valores sociales, esto no significa que no pueda producir respuestas positivas. Todo conflicto deja consecuencias positivas y negativas. Las crisis generaron una sociedad cortoplacista, que vive el momento y no piensa en el futuro. La realidad concreta demuestra que los argentinos no hemos aprendido con las crisis: si se hubiera aprendido, en los años transcurridos entre 2003 y 2008 hubiéramos gastado y consumido menos, y ahorrado para la “época de las vacas flacas”. Pero no sucedió: la población no ahorra porque, como ha sido golpeada varias veces, ya no cree en las políticas de largo plazo. Así y todo, la Argentina tiene una capacidad de resurgimiento económico muy notable. Las personas se quitan de encima la mínima responsabilidad que le corresponde a cada uno por haber llegado a un punto de crisis al estar muy difundida la actitud de mirar el país desde afuera. La solución se centraría en transmitir a las nuevas generaciones que vale la pena luchar por el país, porque esta es la verdadera manera de luchar: por los que vienen después. Fuente: Paola Del Bosco (investigadora), José Abadi (médico psiquiatra y psicoanalista), Rosendo Fraga (director del Centro de Estudios Nueva Mayoría) Manuel Mora y Sergio Berensztein (sociólogos)