Los paises en rosado representan a los once países-
El grupo de los once paises emergentes está conformado por; Arabia Saudí, Argentina, Australia, BrasilChina, India, Indonesia, México, República de Corea,Sudáfrica y Turquía. Estos países son auqellos "recientemente industrializado", que se incorporaron al Grupo de los 8 (G-8), formando asi, el Grupo de los 20 (G-20).
La supuesta teoría del desacople -según la cual los países emergentes podrían, por una vez, amortiguar el impacto de la crisis financiera de EE UU y Europa- ha saltado por los aires. Países de Europa del Este, Latinoamérica y Asia han visto desplomarse sus Bolsas, sus bonos y sus divisas. Algunos han tenido que pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que otros, como Brasil o México, intervienen para defender sus monedas. La impresión general de que la nacionalización de los fondos de pensiones privados en Argentina obedece a las dificultades financieras del país ha provocado un efecto en cascada. Las grandes economías emergentes afrontan la retirada masiva de capitales de inversores, que necesitan dólares para cubrir sus devaluadas posiciones en los mercados de valores y deuda de países avanzados. Además, las perspectivas de una recesión en las economías industrializadas ha provocado una fuerte caída del precio de las materias primas, claves en la balanza comercial y financiera de buena parte de los emergentes. La fuga de capitales, la especulación o el pánico se ha cebado con monedas como las de Brasil, México, Turquía, Hungría, Polonia o Corea del Sur, lo que ha llevado a algunos de esos países a salir en defensa de sus divisas. Brasil tuvo que anunciar una intervención masiva en el mercado de divisas. Su banco central, que ya ha destinado este mes unos 18.000 millones de euros a la defensa de la cotización del real, ha decidido gastarse otros 40.000 millones. El mero anuncio dio un respiro al real, que aun así pierde un 28% de su valor frente al dólar en tres meses. El banco central mexicano también elevó ayer a unos 10.500 millones de euros la cifra empleada en defender a su moneda, que acumula una devaluación del 26%. Incluso Chile, la economía más estable de la región, padece los rigores de la crisis: el precio del cobre, su principal producto de exportación, cae un 57% por el enfriamiento de la demanda mundial. Los países emergentes afrontan esta crisis en mejor situación que otras veces, pero la acumulación de reservas y el superávit exterior son mucho más abultados en Asia y los productores de petróleo árabes que en Latinoamérica y Europa del Este. Otra dificultad que se presenta es sostener la cotización de sus monedas que ha sido opacada por el protagonismo del FMI, cuya actividad fue casi nula (sus préstamos no llegaron a 1.600 millones) en 2007. Ahora, el Fondo pone a prueba su nuevo credo: menos condiciones a los receptores de los préstamos y más facilidades para devolverlos.
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